
Muchos de mis clientes y clientas dicen que no pueden verse bien, pero en el fondo son excusas que tienen más que ver con miedo al fracaso, a no lograr verse como esperan. Y es que muchas veces nos generamos muchas expectativas.
Cierto es que recibimos mucha información a través de la televisión, revistas, redes sociales y que nos dicen que tenemos que “encajar” en un molde y ahí, es donde empezamos a sentir que es más que imposible tener una buena apariencia.
Sin embargo, creo que siempre tenemos una oportunidad para causar un buen impacto, hasta en los momentos más sencillos y cotidianos, sin la necesidad de aparentar ser perfectas.
OLVIDEMOS ESTAS EXCUSAS. QUERÁMONOS
NO TENGO BUEN GUSTO
Tener una buena imagen no tiene nada que ver con vestir a la moda, ni de tener un gusto exquisito para realizar combinaciones súper atrevidas, no todos tenemos el mismo gusto ni estilo.
Por eso es bueno invertir tiempo en uno mismo, para conocerte, para saber qué te gusta, qué no, con qué te sientes cómodos y, además, cuáles son tus aspiraciones, tus objetivos, para alinear tu imagen a ellos.
NO TENGO SUFICIENTE DINERO
A veces nos pensamos que para lucir bien hay que invertir mucho dinero en comprar ropa, accesorios, ir al salón de belleza, pero si son inversiones inteligentes y bien pensadas seguro que al final el resultado no te sale tan caro como esperabas.
Hay que invertir en un buen estilista, que te cuide el cabello y te haga un buen corte, en una buena esteticista, en un armario inteligente, funcional y práctico, con piezas de buena calidad Pero esta inversión debe ser consciente, bien pensada y realizada paulatina, no hace falta hacerlo todo de golpe y esa inversión una vez aprendes ya la empiezas a rentabilizar.
NO TENGO BUEN CUERPO
“A mi todo me queda mal” o por lo contrario “a él o ella todo le queda bien porque es “alta” o “flaca” o “joven” etc. . Y esto es algo que debemos dejar de pensar, todos podemos lucir bien independientemente de nuestra talla, altura, peso o edad.
Es justamente el conocerte, apreciarte, valorarte y aceptarte lo que te hará realizar decisiones más inteligentes para potenciarte al máximo.
LA APARIENCIA NO IMPORTA
Si que importa, comenzando con uno mismo. Cuando tu te ves bien, te sientes bien y eso aumenta tu autoestima y por tanto tu seguridad, que luego puedes transmitir a los demás.
Todo es un proceso, que no sucede de la noche a la mañana, pero mientras que no aceptemos que la imagen exterior es sólo una representación de cómo nos sentimos con dentro, seguiremos posponiendo dedicarle el tiempo y esfuerzo que merece, poniéndonos siempre en primer lugar.
Que sea parte de tu rutina, como lo es bañarte o lavarte los dientes. Invertir tiempo es quizás la inversión más valiosa, apreciarte, conocerte, valorarte y también invertir en aquellas cosas que harán que nos sintamos más a gusto y cómodos con el cuerpo que habitamos.
No mas excusas, empezamos jnt@s?